jueves, setiembre 29, 2005

Ahora viene el romance

Una noche de abril, regresé muy cansada del trabajo (tenía dos, recuerdo) y tenía la mente concentrada en sacar energías para ir al cumpleaños de un buen amigo. Afortunadamente contaba con H, que fue a buscarme a casa para asegurarse que fuera a saludar a nuestro querido amigo común.

Reuna barranquina de media semana. Algunas caras conocidas, otras... solo caras. Para variar no había mucho sitio disponible. H y yo terminamos sentados de extremo a extremo. Afortunadamente tenía al frente a una de mis mejores amigas, así que había material para pasarla bien.

Dos horas después, con la noche sazonada y ya sin mi mejor amiga, se me ocurrió voltear a la izquierda y allí estaba EL. Alto, entonces delgado, despreocupado, recién llegado de las Europas. El chico que siempre estuvo por años dentro del círculo, que tan solo identificaba de vista o porque sabía que era muy inteligente, y al que por alguna razón esa noche miré con ojos distintos (pudo ser el trago, no descartamos la posibilidad).

Charlamos el resto de la noche, brindamos, intercambiamos teléfonos, no me dejó en casa porque H me vigilaba de cerca, y empezamos a salir. Hasta allí, una historia común. Descubrí en EL todo lo que siempre quise y nunca busqué, porque no podía verbalizar, Era increíble. 100% compatibilidad: las mismas aficiones, la misma perspectiva, una mixtura de sentido del humor espectacular, los mismos antojos. Wow! Estaba deslumbrada.

La historia (inicial) duró poco, como todo lo bueno. Se me presentaron graves problemas familiares y "El no me entendió o yo no lo entendí", como dice la canción de PSV, y el idilio quedó alli.

No por mucho tiempo,lamentablemente no para bien. Aquella espectacular sintonía se convirtió en un enfermizo círculo vicioso, por lo menos para mí. Hace buen tiempo, llevamos una rutina de acercamientos y alejamientos, con celos, engreimientos y atribuciones inapropiadas.

No hay que ser muy suspicaz para saber cómo se perfila esta historia. En algún sentido, los dos lo tenemos claro, implícitamente. No somos nada, pero actuamos como si lo fuéramos. Cada cierto tiempo cada uno marca su distancia y de la misma forma el fugitivo regresa solito cual perro arrepentido.

Mis regresos tienen un aire particular. Debo confesar que calculo, tanteo sus reacciones, lo manipulo (o creo hacerlo); y siento lo mismo del otro lado. La inestabilidad de nuestra interacción es tal que no acepto ni una sola actitud sin cuestionar su autenticidad y la asimilo con el "beneficio de la duda", osea "floro misio".

No sé si estoy en lo correcto, pero es a lo que atino (o desatino), Lo triste es que siempre trato de encontrar el momento en el que esta potencial maravillosa historia de amor se convirtió en cualquier cosa. Siempre me quedará la duda.

miércoles, setiembre 28, 2005

La historia de Hiroshima (parte 1)

Casi sin darme cuenta, estoy a punto de pasar el tercer fin de mes en mi, ya no tan nuevo, trabajo. Salí del anterior porque para mi ex jefe buscar sistemas, orden, organización y respeto para trabajar es ser "demasiado sensible" (sic).

Recuerdo que me llamaron a una entrevista a pocos días de mi cumpleaños, en la que afortunadamente no tuve que pasar cuatro horas llenando tests de razonamiento verbal, matemático, social, psicológico, turístico, económico entre otros. La que ahora es mi jefa, me pareció una comadre super buena onda, inteligente y lo suficientemente agradable como para pasar en paz por lo menos ocho horas diarias. Este trabajo suponía un cambio en mi carrera, no tan drástico, pero significativo. En pocas palabras, era el reto de empezar de nuevo en un área que siempre fue un misterio para mí.

Las cosas sucedieron de forma tan natural que decidí dejarme llevar y ver qué pasaba. Total? El asunto no era tan comprometedor que no me permitiera, si no me sentía cómoda, regresar a lo mío.

El primer día tuve al salir de casa la misma sensación de "primer día de clases" que tenía cuando era niña. "Bueno pues, seré la nueva" pensaba.

Llegué a mi nueva oficina y conocí a mi equipo: mi jefa y cuatro chicas más. (oh no! sóla con mujeres, de nuevo). Cada una con su estilo... una feliz embarazada, una pseudo fashion (en serio, se esfuerza pero no la hace), una chica buena gente y una china gorda.

Si alguien me hubiera advertido en ese momento que aquel módulo vacío al lado de la china gorda se convertiría en mi centro de operaciones para liberar los más oscuros sentimientos que desarrollé por nadie, no le creía. Asi fue.

Me encontre a la recién ascendida más estresada, neurótica y desubicada del planeta. Creo que la señorita entendió "nueva" como sin experiencia alguna. La pobre no se imaginó que a pesar de ser menor que ella, llevo más tiempo fuera de la universidad trabajando en lo mío y por supuesto con más responsabilidades que las comprendidas por su nuevo cargo.

Jerárquicamente, somos iguales. Pero creyó que me haría pagar un noviciado que pasé hace muchos años. Aún recuerdo cómo cuando aún tenía una PC temporal y compartía el teléfono me decía "pero chica! puedes llamar del fax" (que se encontraba en otra oficina). Sin contar su irritante "pero chica! esa es tu responsabilidad" cuando llevaba tres días y me estaba poniendo al corriente de los asuntos. ¿Quién tiene responsabilidades a los tres días?

Para mi mala suerte, ella era la encargada de ponerme al corriente. Ay Dios! Encima de antipática: BRUTA!!!! Nunca encontre alguien con tantos problemas para ordenar lógicamente las secuencias de un proceso. La niña esperaba tener pan con mantequilla luego de abrir la mantequilla, echarle mayonesa, calentarlo en el hormo, abrir el pan, comprar el pan, untar el pan y comprar la mantequilla en Wong. :S Era desesperante.

Y sus actitudes de "nueva jefa" me llevaron en más de una ocasión a salir de la oficina. Las primeras veces para no darle su dosis de ubicaína (no era la voz hacerse la imagen de la nueva quejosa), otras para no reirme en su cara y finalmente para maquinar alguna maquiavélica forma de ridiculizarla. Lo logré varias veces. Es que la pobre caía redondita y mi jefa, repito, es una persona inteligente.

Afortunadamente, la nenita ya se dio cuenta quién está sentada a su costado, pero aún estoy esperando su contraataque.

lunes, setiembre 26, 2005

Día de "descubrimientos"

Anoche, antes de ir a dormir, se me antojó leche chocolatada. Entonces, fui a la cocina, abrí la cajita, serví la leche y metí la dichosa tazita en el microondas.

Debí estar lo suficientemente cansada para no sentir el soberano temblor que sacudió Lima. Tuve tiempo de volver a mi cuarto por una casaca para cubrir mi pijama y pararme en el umbral de la puerta de mi departamento, luego de que me avisaran lo que sucedía. Casi 45 segundos. Afortunadamente en nuestra ciudad gris, no pasó de ser un susto.

Volví a mi sofá a continuar con el ritual de la noche de domingo. Como nunca, me senté a ver aquellos magazines nocturnos que se hacen llamar programas políticos. ¿Qué encontré? (tirito de solo recordar). Panorama decidió emitir a 2 minutos del sismo (sin mención alguna del reciente fenómeno) su espectacular reportaje, con el sound track de "The Day after Tomorrow", sobre el recalentamiento de la Tierra.

Por favor!!! Socooooorro!!!Es decir, Rita, Ofelia y Katrina tenían que convertirse en las traviesas conejitas del tío Sam, para que recién nuestra tele "colonice" él término "recalentamiento global"????

Yo me pregunto: ¿Estos señores estaban tan ocupados la Navidad del año pasado como para pensar en todas las víctimas del Tsunami Asiático? ¿No se dieron cuenta entonces de que nuestra querida Tierra se encontraba ya en una etapa de cambios drásticos? Plop!

En busca de información real, decidí sintonizar RPP y escuché uno a uno los testimonios de las llamadas de Moyobamba, personas que estaban notablemente asustadas, preocupadas y con ansia de ser tomadas en cuenta. Desde la historia del bar que se desplomó, hasta las familias que contaban cómo no tuvieron oportunidad de llegar hasta el primer piso desde un tercero, presas del pánico.

Cada vez los testimonios provenían de prolongados alrededores: Chosica, Guayaquil, Cali, y se notificó un epicentro a 50km de profundidad. En cristiano: como si hubieras sacudido tu sábana.
Efectivamente, era para preocuparse, pero debimos hacerlo hace tiempo.

De pronto olvidamos todo lo que nos dijeron en el colegio sobre la contaminación ambiental y la alteración del ecosistema. Esta situación, no es más que una consecuencia de nuestros actos, y no es un evento reciente, data de antes que nuestros padres nacieran, inclusive.

Tampoco quiero asustarlos (y por eso no pongo musiquita de thriller) pero lamento comentarles que habrá más (chequeen www.nasa.gov), y espero que no le den importancia sólo a lo geográficamente próximo sino que piensen en todas las vidas humanas que se verán comprometidas. Esta es una etapa importante en la convivencia con nuestro planeta (que también es un ser vivo, no lo olviden), así que seamos conscientes.

domingo, setiembre 25, 2005

Cretinadas y cretinadas

Hace un par de días me enteré de las maneras que usaba un altísimo funcionario para tratar a su personal.

Frases cretinas como "no me hables como charapa" o "discúlpala, es que su perspectiva charapa no le permite entender estos conceptos" no nos sorprenderían demasiado (Vamos! Vivimos en el Perú!); pero si a esto le agregamos que la historia sucede en una importantísma institución de prestigio indiscutible, de aquellas que proclaman abiertamente: su énfasis en los valores y principios, su compromiso con la sociedad, con la verdad, con la justicia, con la igualdad y con la no discriminación (así como reza nuestra manoseada constitución). ¿Qué podríamos pensar, entonces?

Como era de esperarse, por cualquier profesional que se respete, la persona agraviada presentó de inmediato su carta de renuncia y, por supuesto, la respectiva DENUNCIA del suceso por ser un comportamiento completamente degradante e inaplicable en una institución que pretende cambiar el rumbo del país.

Pero, lo espectacularmente increíble (a mi modesto entender) fue la reacción de los compañeros de la dichosa oficina.

¿Hasta dónde nos comprometemos realmente cuando somos testigos de este tipo de bluffs?
Es que acaso decir "tómalo con calma", piénsalo bien", "no te precipites" con una clara intención de evitar el abandono de ese puesto para no ver incrementadas nuestras labores, puede considerarse apoyo???

O decir "presenta tu denuncia!" y no brindar una mano para que esa comunicación llegue a su destino lo antes posible??? ( Porque si esa no es una situación de urgencia, por favor que alguien me defina alguna!!!!)

A qué extremo puede llegar nuestro apego a la estabilidad, a un sueldo (que muchas veces no es el que uno merece) como para permitir con el silencio este tipo de tratos????

No soy precisamente una idealista, pero mi practicidad no tolera la falta de respeto, la agresión y mucho menos la alcahuetería solapada. Francamente, estoy convencida de que si seguimos viendo este tipo de reacciones no mejoraremos en absoluto.

De estreno por aquí

Hace un tiempo discutía con un querido amigo sobre los inconvenientes del hi 5, msm spaces y demás webs, con respecto a la personalización. Revelar tu identidad resulta a veces, si no peligroso, comprometedor. Las personas terminan siendo vulnerables a ciertos comentarios que en realidad no deberían afectarlas (o no negativamente), dependiendo de la persona que se los diga.

¡Cuántas veces hemos tenido ganas de decir absolutamente todo lo que pensamos!
Pero en nuestra represora cultura occidental, se vuelve imposible. Claro, sin generar rechazo o algunas agudas miradas de desaprobación.

Esta web no es para mis amigos, sino precisamente para aquellos que no lo son y que, si desean, podrán dar una opinión objetiva acerca de algunas cosas que me dan vueltas por la cabeza.

Casi casi, se convertirá en un libro de quejas; porque todo lo bueno si lo puedo decir usando mi nombre, jaja.